La educación constituyó uno de los grandes compromisos sociales de
la democracia de la Segunda República. El objetivo era configurar el
estado docente, que llevaría la cultura y la enseñanza a los rincones
más remotos del país para construir una sociedad más justa, libre,
equitativa y solidaria.
Las maestras de la república, o sencillamente republicanas, como nos
gusta recordarlas, participaron de forma comprometida y valiente en el
desarrollo de en este proyecto. Representaban el modelo de mujeres
modernas e independientes. Ellas serían las responsables, en buena
medida, de la construcción y difusión de la nueva identidad ciudadana,
al educar a su alumnado en los valores de igualdad, libertad y
solidaridad, tanto a través de la transmisión en los contenidos en las
aulas como, sobre todo, con su ejemplo personal.
Mujeres comprometidas con la igualdad social y de género, eran
conscientes de que cada pasos que daban representaba el dibujo del
camino por el cual otras transitarían. Con su interés por innovar,
investigar y desarrollar un discurso propio en el ámbito de la educación
se embarcaron en los viajes de estudios, participaron en las Misiones
pedagógicas, ocuparon puestos de dirección en los colegios y formaron
parte de organizaciones sindicales, políticas y asociaciones feministas y
ciudadanas. Fueron pioneras en procesos de innovación y practicas
pedagógicas que abrían las aulas a una metodología activa y
participativa.
Porque creían en la igualdad derribaron los muros que separaban a los
alumnos y alumnas, proponiendo prácticas de relación que les permitiera
compartir intereses y conocimientos. Una coeducación que les
posibilitaría aprender a compartir la vida en igualdad.
Este proyecto quedo interrumpido tras la guerra civil, con la
terrible depuración ejercida por el bando vencedor sobre un magisterio
comprometido con las ideas republicanas. En las maestras, la represión
fue especialmente terrorífica, al intentar acabar física y
simbólicamente, con los valores de igualdad y autonomía que ellas
representaban.
Con este documental, desde FETE UGT, damos un nuevo paso en la
recuperación de su memoria. Su legado tanto ideológico y pedagógico es
más necesario que nunca para defender la educación en la que creemos.
Sus vidas son el testimonio del compromiso con la educación, la
justicia y la igualdad. Su recuerdo forma parte de nuestro presente y el
inicio de nuestro futuro.
Este documental quiere contribuir a la difusión de su obra, desde
aquí damos las gracias a todas las personas que lo han hecho posible, y a
todas aquellas maestras y maestros que hoy siguen sus pasos.
Carlos López Cortiñas.
Secretario General FETE UGT
Secretario General FETE UGT