Convocados por
los tres sindicatos punteros de Barbanza, CC.OO., CIG y UGT, decenas de
personas se concentraron a las ocho de la tarde a las puertas de la casa
consistorial de Ribeira en defensa de los derechos de la clase obrera.
Los líderes de las centrales se apostaron tras una pancarta en la que
podía leerse: «Defender os dereitos dos traballadores non é un delito».
Durante sus intervenciones criticaron con dureza las penas de cárcel que
el Ministerio de Justicia pide para dos «compañeiras» que durante una
jornada de huelga en el 2010 tiraron un bote de pintura a una piscina.
Pidieron para ellas y para quienes están acusados por participar en
acciones de protesta similares el indulto.
A la concentración se sumaron representantes de
la entidad local Mulleres en Acción. En su caso, portaban un cartel con
el lema: «Aborto libre e gratuíto, as mulleres decidimos».